Enfoque
La tecnología ha venido proponiendo al arte nuevas fórmulas no solo encaminadas a nuevos productos culturales en el ámbito digital, también como nuevas metodologías expresivas de carácter físico, en otros ámbitos como los de la diversidad. Con un interés no tanto capacitista, sino bajo la necesidad de una expresión artística personal e individual, como un sistema propio de comunicación. Los individuos tecnológicamente activos se encaminan a aprender y potenciar sus capacidades, que, como objetivo general, se pretende enfatizar, bajo el interés y la necesidad de una expresión legítima del individuo, cuyo proceso digital se observa como una metodología de expresión, más que como un resultado digital. Se adiestran así las actitudes, para expresar en una producción y de manera artística.
Metodológicamente, se sigue una estrategia relacional y comparativa en el estudio de las acciones artísticas, que conllevan producción física o digital en el marco de las tecnologías, basadas en sensores, como la realidad virtual, y con estrategias que permiten la captura y recreación visual mediante acciones que no son manuales, o que a partir de ellas, conllevan unos resultados no esperados, a estudiar. Se define de nuevo, y con ello, la psicomotricidad y psicomotricidad fina aplicada bajo las concepciones diferenciadoras de la tecnología, y que ahora no solo vienen marcadas por la capacidad o la destreza en el empleo de las manos o los brazos para realizar una tarea, sino que también requerirá el empleo de los ojos o las ondas cerebrales como elementos con capacidad de ejecutar movimientos o crear estructuras, en donde el control de la presión, el énfasis o el método de comunicación se proponen como concomitantes a la propia tecnología y su empleo con otras partes de la fisionomía cuya interacción no se ha considerado necesaria hasta este momento.
Con ello, la discusión no solo viene dada por qué se puede considerar este término, sino por el estudio del aprendizaje respecto del conocido en la grafomotricidad y que dan pie a la “technomotricidad”, en donde se implican otros conceptos más hápticos, kinéticos e incluso visuales, relacionados con otros sentidos perceptivos vinculados a los sensores tecnológicos de captura o de expresión.
Las conclusiones permiten relacionar otros conceptos dentro de la psicomotricidad en referencia a las interacciones que surgen fruto de los dispositivos tecnológicos y del desarrollo de las capacidades individuales que permiten una comunicación artística dentro de las industrias culturales coetáneas.
Guadalupe Durán Domínguez
Comentó el 11/05/2023 a las 11:47:48
Estimado Alfonso,
Nuestros agradecimientos por tus palabras.
Sí, también trabajamos desde la implantación de la Inteligencia Artificial (IA), si bien, no existen muchas experiencias previas que lo tratan, y aún menos desde la diversidad funcional. Podemos citar el trabajo de Marco Donnarumma (https://marcodonnarumma.com/works/the-ai-prostheses/), por ejemplo, y sus últimas colaboraciones.
En estos últimos trabajos se han configurado con sistemas motores basados en sensores de IA. Es un trabajo muy interesante.
En trabajos previos juega con acciones performativas, generalmente vinculadas a danza e interacción, en donde ejercita mediante el arte aleatorio. Esto no interviene sobre la tecnomotricidad, en donde el artista fomenta acciones motoras mentales sin interaccionar con el medio de manera activa, sino que aunque mentalmente se focaliza el interés sobre las áreas motoras no se ejercita mediante el aparato locomotor. Es lo que llamamos aquí Psicomotricidad Tecnológica, en donde las acciones se ejercitan y modifican mediante la tecnológica.
Muchas gracias
Feliz día a todos y feliz congreso ;)
Lupe
Pedro Palleiro-Sánchez
Comentó el 11/05/2023 a las 11:32:00
Buenos días Marta y Guadalupe. Enhorabuena por esta ponencia tan interesante y que, personalmente, me ha parecido muy enriquecedora. Comparto la idea de aprovechar al máximo los beneficios de las nuevas tecnologías en el desarrollo de la capacidad creativa y la práctica artística. En este sentido, la tecnología deja de ser recurso para convertirse en una forma de expresión en sí misma. Os planteo una pregunta (un tanto controvertida): los ejemplos mostrados en el vídeo ¿los consideráis productos de la inteligencia artificial o expresiones artísticas personales mediadas por la tecnología? Muchas gracias.
Guadalupe Durán Domínguez
Comentó el 11/05/2023 a las 11:54:31
Estimado Pedro
Muchas gracias por tu interés y por tus palabras.
En los ejemplos propuestos no surgen fruto de una programación con Inteligencia Artificial, sino mediadas mediante tecnología; es decir, que el artista las piensa y las "plantea" a una tecnología mediante movimiento ocular - que conllevaría algo de motricidad, si bien, no sería motor ni directo (dado que no es el movimiento ocular el que expresa físicamente la acción) sino que sería una captura tecnológica la que lo ejecutaría, así como las lecturas de las ondas cerebrales capturadas en ámbitos más próximos a la neurociencia, pero relacionados con la expresión tecnológica de "estos pensamientos" - vinculados con la sensaciones o experiencia sensorial-, traducidos en arte digital que puede ser reproducido digitalmente o físicamente.
Espero haber resuelto tu pregunta.
Muchas gracias
Feliz día...
Alfonso del Río Almagro
Comentó el 10/05/2023 a las 15:24:40
Estimadas Marta y Guadalupe, mis felicitaciones por este trabajo tan necesario en los tiempos que corren y por esta cartografía tan bien planteada. Son muchas las preguntas que surgen al respecto pero, esperaré a la ponencia final para leeros. Sólo plantearos, si dentro de las experiencias artísticas que venís investigando ha habido cambios destacados desde la implantación de la Inteligencia artificial en nuestras vidas.
Enhorabuena, deseando leer vuestro texto final¡
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