La danza como sensibilidad en Nietzsche y su influencia en la creación artística.

Enfoque

Introducción

La danza constituye para Nietzsche uno de los fenómenos artísticos donde más claramente puede visualizarse la expresión de lo mutable, el devenir propio de la existencia, siempre cambiante, creando sentidos en la propia inmanencia de la existencia sin intentar fijarlos ni cristalizarlos. Se trata del arte en movimiento por excelencia, aquel donde el hombre se abandona al caos de lo real. La danza es, en efecto, el lenguaje propio de la ligereza y la libertad, donde se puede “Ser” en lo deviniente.

Metodología

Para llevar a cabo esta investigación se realizará un análisis documental de la obra de Nietzsche, acerca de su concepción de la danza como arte no solo corporal, sino como un lenguaje de expresión que contribuye al devenir, la diversidad y la superioridad del movimiento por encima de todo, inclusive la muerte.

Resultados y discusión

Efectivamente, la exaltación de la danza como fenómeno estético se encuentra muy ligada al elogio nietzscheano del cuerpo, que se enfrenta a la concepción filosófica tradicional que ha establecido la superioridad del alma o de la conciencia.

La danza es una manifestación de la vida en tanto pone en movimiento el cuerpo liberándolo de las ataduras, para lo cual es preciso que sea sano y brioso, y se convierte en el principal instrumento del pensar, se trata de pensar corporalmente.

Conclusión.

La danza implica una nueva forma de sensibilidad, ya que se debe aprender a usar otros sentidos, en la medida en que el espíritu del bailarín vive en todo su cuerpo, lo cual hace al hombre que ha aprendido este arte, virtuoso en múltiples sentidos.