S02-03 08

Valorar y actualizar el patrimonio mediante la elaboración de materiales didácticos: el caso de la colección de arte gráfico de la Universidad de Cantabria

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Ricardo González-GarcíaUniversidad de Cantabria

Enfoque

El espacio expositivo se presenta actualmente, más allá de las vías formales para sensibilizar ante las manifestaciones artísticas, poner en común sus conocimientos transversales o transmitir capacidades, hábitos, actitudes y comportamientos desarrollados en el acto creativo, en tanto que métodos de enseñanza desplegados en facultades de Magisterio o Bellas Artes a fin de capacitar al futuro profesorado para su buen desempeño laboral, como potente enclave de acción donde establecer relaciones directas de mediación artística. Un demandado ámbito destinado a posibles participantes en talleres anexos a las exposiciones que conducen al conocimiento de lo que supone la experiencia creativa a través de acercamientos teórico-prácticos.

A partir del giro educativo del arte ya muchas de las expresiones artísticas actuales nacen con cierto espíritu didáctico intrínseco. Esencia que guía, por otro lado, a seguir una tónica similar a la hora de afrontar una perspectiva educativa en exposiciones donde se muestra el patrimonio de cierta entidad, como excelente forma de valorarlo a la vez que se actualiza su concepción. Una actitud revisionista de óptica posmoderna que conlleva analizar y traducir el hecho artístico desde distintos niveles: de contextualizaciones históricas y precedentes artísticos que explican su presentación estética a posibles derivaciones que conectan con usos, formas de entendimiento, debates o prácticas del momento presente.

Contemplar las manifestaciones artísticas que componen el patrimonio de una institución desde esta perspectiva para la elaboración de materiales didácticos relacionados, es el objetivo que se persigue, por ejemplo, en el Gabinete Didáctico de la Universidad de Cantabria. Pero antes de llegar a este punto como estudio de un caso concreto, las intenciones de la presente ponencia son: subrayar la misión cívica que ha de cumplir cualquier espacio expositivo destacando el papel fundamental que, para tal cumplimiento, ostentan los materiales didácticos que explican las obras a la vez que invitan a experimentar desde sus claves estéticas. Por otro lado, es también importante conocer las diversas relaciones que estos generan, tanto en la fase previa de preparación como en la de acción o puesta en práctica con el público participante. Así como las conclusiones que de ello se pueden extraer de cara tanto a futuros desarrollos o investigaciones como la presente, donde se trata de reflexionar, en definitiva, sobre la transcendencia de la Educación Artística en ámbitos de educación no formal.

Al acudir a aquellas fuentes referenciales sobre el tema, en la presente investigación se refuerza la relevancia que aquí se pretende otorgar al material didáctico elaborado específicamente para exposiciones de museos u otras instituciones. Para acabar describiendo cómo, en este sentido, se trabaja en la Universidad de Cantabria y su Gabinete Didáctico en el momento de afrontar el diseño de materiales didácticos enfocados a establecer talleres de expresión plástica a escolares de diferentes edades que visitan las muestras organizadas en la Sala de Exposiciones Paraninfo de mencionada institución.

Preguntas y comentarios al autor/es

Hay 08 comentarios en esta ponencia

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      Sara Nuñez de Prado Clavell

      Comentó el 16/05/2023 a las 09:21:58

      Hola Ricardo, entiendo que cuando hablas de la función cívica esta esta concebida en sentido amplio y que ademas debe conllevar tambien la parte de contenido didáctico a aprender, pero mi pregunta va en la linea de si no es posible que haya simple contenido ludico y que cada uno le de la funcion que considere. No se si me explico, pero a creo que a partir del simple disfrute tambien se puede llegar al conocimiento si lo orientamos bien, por lo que para uno tendrá función cívica, para otros filosófica, política, etc... aunque claro, en el fondo, me dirás, que tambien ahi hay un componente cívico. Gracias!!!

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        Ricardo González-García

        Comentó el 16/05/2023 a las 12:07:51

        Hola Sara, gracias por tu comentario. Eso de la "función cívica", que tiene que ver con Tony Bennett cuando habla de "visión cívica", no es tanto algo que el público participante asume, de forma consciente o inconsciente por el mismo hecho de querer participar en cada propuesta, como una responsabilidad que la entidad que propone se conciencia en mantener en todo momento. Atendiendo a ese giro social del museo que también otras instituciones, que desean mostrar arte o sus fondos patrimoniales, debieran mantener para adecuarse a esa concepción participativa actual de construcción de los saberes o adecuación de conceptos a los usos del momento presente. Lo del juego quizá por obvio al final no lo he señalado, pero te doy las gracias porque haré mención a ello en el desarrollo completo de la comunicación. Pues, efectivamente, es afrontar las actividades de forma lúdica por parte del público participante lo que puede conducir a alcanzar otros territorios: reflexivos, políticos, de conciencia social, de civismo... El juego, igualmente, también se halla implícito a la hora de diseñar las actividades, tanto al barajar opciones como al pensar en cómo podrán aceptar o recibir posibles participantes, como un reto, cada actividad, para desarrollarla a modo de juego y que de ese modo amable puedan llegar a un conocimiento mayor de las técnicas, de las concepciones estéticas o de lo que decía anteriormente en función del mensaje que trata de transmitir cada obra. En ese sentido, para mí tener presente el juego desde el plano creativo (no solo cuando uno se expresa plásticamente, sino a la hora de dar clases o investigar) es una constante. En definitiva, desde Froebel y sus "Dones y ocupaciones" hasta la Teoría de las piezas sueltas, todo ello está vertebrado a partir del concepto de juego, el método Montessori se desarrolla en esa línea también. Hablando de Froebel, estuvo muy bien en la Fundación Juan March de Madrid una exposición titulada "El juego del arte", cuya hipótesis trataba de demostrar visualmente cómo podían haber influido estos nuevos métodos educativos surgidos a partir del siglo XIX en los niños y niñas que más tarde protagonizarían los primeros movimientos de vanguardia de principios del siglo XX. Ahí tenemos una muestra más de lo importante que es el juego a todos los niveles. Bueno, no sé si he respondido directamente a lo que me preguntabas o me he ido por las ramas... En todo caso, espero haber aclarado lo que quiero decir con eso de la "misión cívica", que de primeras puede sonar tan serio.

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      Joan J. Soler Navarro

      Comentó el 10/05/2023 a las 19:48:55

      Para Ricardo González-García.
      ¿Qué vínculo mantenéis entre arte y tecnología (dispositivos portátiles, audio, imagen, video, música, fotografía, cine, etc) a la hora de valorar y actualizar el patrimonio mediante la elaboración de materiales didácticos?
      Muchas gracias y adelante con la educación artística en los museos y exposiciones.

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        Ricardo González-García

        Comentó el 11/05/2023 a las 10:13:26

        Buenos días, Joan, muchas gracias por tu comentario e interés. Respecto a la presentación de las actividades que se desarrollan en los talleres de cada exposición, seguimos manteniendo un formato tradicional pues, como se puede observar en la comunicación, suponen fichas que van incluidas con la propia catalogación de la obra. En ese caso, para el diseño de las mismas, el uso de la tecnología se halla presente durante el proceso de diseño, a la hora de recopilar información y organizar los contenidos. Pero si a lo que te refieres es al uso de la tecnología durante el desarrollo de los talleres, ahí también se opta por procedimientos de expresión plástica tradicionales. Claro que se podría pensar actividades para que los escolares realizaran con tablets, por ejemplo, lo que supondría un despliegue económico considerable e inalcanzable. O, por ejemplo, realizar actividades, relacionadas con el vídeo o la fotografía, que conllevaran el uso de móviles por parte de escolares..., pero ahí, por ejemplo, no puedes saber si todos los participantes lo tendrán, seguro que los más pequeños no. Así que, aunque sabemos que las posibilidades de mediación pudieran ampliarse con el uso de dispositivos tecnológicos, debido a esta brecha digital todavía existente, bien sea por lo económico o porque no todo el público participante pueda tener el dispositivo requerido, no pensamos en actividades que conlleven el uso de la tecnología para su desarrollo y optamos por seguir con metodologías tradicionales. Por otro lado, pensando ya en la labor que realiza el Área de Exposiciones de la Universidad de Cantabria, ahí la tecnología está cada vez más presente a fin de digitalizar el mayor número de material, ya sea del patrimonio que se va incorporando anualmente o generado desde este Área, como es el caso del material didáctico, para que pueda estar accesible al público vía Internet. Eso incluye visitas virtuales a las exposiciones o la inclusión de estos materiales didácticos a los que me refiero en pdf.

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      Luis Bouille de Vicente

      Comentó el 10/05/2023 a las 15:28:59

      Buenas tardes Ricardo, muy enriquecedora y motivante tu comunicación. ¿Crees que la mediación artística puede convertirse en auto-mediación en contextos domésticos, es decir, considerando el hogar como espacio para la valoración del patrimonio cotidiano, tomando literalmente la frase "el mundo es un museo", de Robert Smithson?
      Muchas gracias y enhorabuena.

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        Ricardo González-García

        Comentó el 11/05/2023 a las 09:57:04

        Buenos días, Luis, muchas gracias por tu comentario. Al indicarme la frase de Smithson, he recordado cuando Beuys decía que su mayor obra de arte había sido ser profesor y que el mundo entero tendía a convertirse en una Academia, cosa que podemos conectar con el "aula sin muros" de McLuhan y que, ahora, con el don de la ubicuidad que nos otorga la tecnología, es cada vez más factible. También, respecto al tema del arte, Michaud, en El arte en estado gaseoso, nos señala cómo muchas cuestiones pertenecientes a este campo saltan al terreno de lo cotidiano de uno u otro modo, sea a nivel estético o a nivel de procesos que conquistan otros sectores, como puede ser la expansión del concepto "creatividad" por la actual producción capitalista. Específicamente, también desde los 70, las disciplinas optaron por comenzar a experimentarse desde su concepción como campo expandido (Krauss). Bueno, y ¿por qué digo todo esto? Porque desde esa década vivimos un creciente proceso de disolución de fronteras que nos conduce a ser responsables de nuestra propia autodeterminación. Una condición que, de algún modo, nos posibilita actuar con mayor libertad, más allá de la rigidez que imponía la tradición disciplinar o institucional. Respecto a la cuestión que nos atañe, la del patrimonio, directamente relacionado con el valor que damos a las cosas (las cosas que consideramos con un valor artístico, en nuestro caso, y ahí parece que también ha de estar el mundo del arte para decir qué lo es) dentro de un sistema mercantil, parece que todavía necesitásemos un aval; un dictamen especializado que establezca qué se puede considerar como patrimonio susceptible, posteriormente, de ser estudiado y considerado a fin de establecer una mediación. Respecto a esta, igualmente, parece que siempre tenga que haber una institución detrás con poder de convocatoria para atraer al público participante. Resumiendo, por un lado el proceso histórico parece demandar la disolución de fronteras, por otro, el peso de las instituciones sigue siendo considerable. Así que, por qué no optar por experiencias del tipo que comentas. Sí es verdad que, en ese sentido auto-organizativo, hubiera que contar con el carisma suficiente para atraer a suficiente público, pues siempre se media, en este caso, entre hechos artísticos y personas que se acercan a estos. Bueno..., ahí tenemos experiencias como el microteatro, o galerías independientes que personas se montan en su propia casa. De hecho, ahora, con la ayuda de la tecnología, es posible establecer experiencias de este tipo desde el hogar sin la necesidad forzosa de traerte a gente a casa, aún a riesgo de que, según las características de este patrimonio doméstico con el que se trabaje, no se aprecien ciertas cualidades que solo se pueden apreciar en contacto directo con este. A fin de cuentas, como digo, dentro de este escaparate, más que un museo, en el que parece haberse convertido el mundo, la realidad del sistema parece decirnos que nos exponemos constantemente a estar, de algún modo, en venta, y que todo es cuestión de tener poder de convocatoria para obtener el éxito esperado.

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          Luis Bouille de Vicente

          Comentó el 11/05/2023 a las 18:20:09

          Muy buena reflexión y referencias. Ya que estamos en venta, mejor que no sea en periodo de rebajas ;)
          Gracias por tu comentario.


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